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Entrevista a Fernando Farina

Patricia Rabbiosi Arona mantuvo una charla con el Director del Macro (Museo de Arte Contemporáneo de Rosario), Lic. Fernando Farina y aquí nos expone sus impresiones.

Patricia Rabbiosi Arona | Licenciada en composición musical
27-feb-2005

En el hermoso paseo por la costanera, bordeando el Paraná, ya es parte del paisaje el colorido conjunto de silos que probablemente todavía pueda sorprender a algún paseante distraído que aún no sabe que ahí funciona, desde el año 2004, el macro (Museo de Arte Contemporáneo de Rosario). Su Director Fernando Farina nos brindó una entrevista en la cual comenta muchos aspectos interesantes acerca de éste que él mismo denomina "espacio de arte contemporáneo".

El MACRO cuenta con una colección de obras seleccionadas o adquiridas precisamente para su creación, que tuvo su origen en un proyecto con el cual se concursa en la Fundación Antorchas, y que, luego de una primer instancia sin éxito, es apoyado por la misma fundación dando origen así al nacimiento de este museo. Una convocatoria que, cumplido el plazo que determinó Fiundación Antorchas para hacer efectivo su apoyo, había no solo colmado las expectativas de ofrecimientos de obras si no, sobrepasado una cantidad de cien obras y autores. A fines del año 2002 se llama a esta convocatoria y tuvo todo el apoyo de la gestión del entonces intendente Hermes Binner, quien propuso la ubicación del museo en los silos Davis, que deberían obviamente ser acondicionados para el funcionamiento del MACRO. La selección de las obras tuvo varias etapas en las cuales los mismos artistas aportaron ideas y ha convertido al MACRO, como el mismo Farina nos cuenta, en una experiencia motivadora (para otros museos, como el MALBA, Museo de Arte Latinoamericano, de Buenos Aires) y señala que Rosario aun no ha tomado conciencia de la magnitud de este espacio que sí está repercutiendo en los centros culturales más importantes del país. Este fenómeno pareciera ser común en nuestra ciudad, donde no sólo suelen pasar inadvertidos los artistas, sino hasta los lugares donde se alberga el Arte. Para contrarrestar esto Farina destaca como un fenómeno "muy rosarino" el apoyo privado a las instituciones (señala la donación del mismo Museo Castagnino, del cual el MACRO es un anexo, y con esto responde a la pregunta de por qué no existe un director propio para el MACRO).

Para quien se pregunte por los atractivos colores que recubren las paredes externas del Museo, son también producto de un llamado a concurso. La idea es ir renovando esa propuesta, lo cual renovará la cara exterior del MACRO.

El hecho de que se plantee como un "espacio de arte contemporáneo" habla de la concepción de éste no sólo como un espacio físico dentro del cual deba concentrarse toda la actividad relacionada con él, sino, además, de un "espacio" podría decirse virtual y dinámico que genera o dispara propuestas de expresiones de arte contemporáneo. Se contemplan allí no sólo las muestras de artes plásticas, sino instalaciones, todo lo que tenga que ver con el arte audiovisual, puestas musicales y las innumerables y variadas formas del arte contemporáneo, que tanto se pueden llevar a cabo en el mismo predio del museo como en cualquier espacio de la ciudad. A raíz de ello son bienvenidas las propuestas de los artistas rosarinos. Claro que no depende solo de la buena voluntad el hacerlas efectivas. Y en este punto se habla de algo que es tal vez el tema más álgido en la discusión de los espacios de Arte en Rosario. Farina dice que se pone mucha expectativa en los organismos oficiales como subsidiarios del arte y es lógicamente imposible hacer lugar, sea con apoyo económico, sea a nivel de auspicios, etc., a todos los proyectos. Compara la situación con lo que pasa en Buenos Aires donde existen cientos de opciones y espacios alternativos. En este sentido señala la necesidad de otras alternativas de producción de arte, y que aún las existentes son insuficientes. Esto lleva a otro tema muy interesante para la discusión y que ya hemos planteado en este sitio. Es el consumo de Arte en Rosario. Paradójicamente a la gran y variada oferta de artistas y obras de arte de Rosario, se le opone una falta de demanda de obras de arte. "No existe el mercado del arte en Rosario". Pero aquí, aunque pueda parecer un lugar sin salida, Farina es, diríamos, optimista. Él mismo señala que esto se debe analizar desde varios puntos de vista. Por una parte ya es importante la existencia del MACRO como generador de otras propuestas e incluso expectativas, pero es fundamental el rol de la educación en posicionar al Arte. Qué lugar tiene el Arte en nuestras Escuelas si es que lo tiene, o qué lugar se le está dando, si es que se le da uno. No es suficiente un "paseo por el Museo". Debe haber una política educativa donde el Arte tenga un protagonismo en donde se entienda no sólo como y más allá del tan falso concepto de "cultura general". Por otra parte señala como posibilidad en Rosario el "poner de moda" al Arte (también un uso falso) pero que hace que se genere un movimiento que en definitiva promueve y mueve el mercado. Es un círculo donde cada uno de los elementos va aportando positiva o negativamente según las políticas que se apliquen para su funcionamiento. Farina cree que esto no es un círculo cerrado, su visión es, en cierta forma optimista, como dijimos anteriormente, ya la creación del MACRO es un signo muy positivo y la acogida de la gente lo legitima aún más.

Al preguntarle a cerca de la política del museo en cuanto a la selección de las futuras muestras nos dice que obviamente hay una serie de decisiones que él mismo toma pero gran parte de ellas recaen sobre los curadores de cada muestra que son quienes aportan los "motivos" (dicho así para resumir muy burdamente su actividad y responsabilidad) por los cuales tal o cual obra o proyecto es aceptado o llevado a cabo. Hay curadores que trabajan permanentemente para el Museo. Cuando hay muestras que se refieren a artistas, períodos o temáticas muy determinadas y/o particulares, se convoca a especialistas.



Quiero agradecer al Sr. Fernando Farina por concederme esta entrevista y desde mi lugar de artista de Rosario, es mi más sincero deseo que el MACRO se proyecte en su función no sólo a nivel local sino que sea un referente para el resto del mundo, por qué no?

Supongo que también debe ser un deseo de los artistas de Rosario (me incluyo) poder pasar por él y tener allí un lugar donde nuestros proyectos sean acogidos y realizados. RosariARTE Contenidos. Fin de la nota.


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